sábado, 5 de diciembre de 2009

Es como desquiciante, como no saber, como no controlar, como no poder pensar claramente, como no poder... como no poder hacer nada. Nada. Porque sólo pienso en ti, tú, tú, tú y nada más que tú inunda mis neuronas. A todas horas, todo el día, siempre, nada más que tú. Sin poder dejar alejarse a la mente, pensar en mí, o quizás en otra cosa, cualquier cosa me valdría con tal de poder borrarte un poquito un ratito. Aunque sólo sea desvanecerte levemente. Que te quedes transparente al fondo de mi pensamiento, pero no. Es imposible. Y ha llegado un momento en el que es demasiado grande, demasiado difícil, ha dejado de ser normal, para convertirse en pura obsesión, locura, delirio. Y me estoy dando cuenta, porque mi mente se ha quedado paralizada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario