Yo a mis osos de peluche
al fin y al cabo, los quiero mucho.
Aunque sólo me acuerde de que están ahí
de vez en cuando.
A partir de ahora intentaré recordarlo
más a menudo.
Creo que nos irá mejor
y sonreiremos más veces al día.
Fin.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario